Paraná fue la sede del cierre de temporada del TS1800, y Adrián Castagnani se quedó con las manos vacías a pesar del enorme esfuerzo por conseguir un resultado destacado. Para el piloto de Chabás será momento de pensar cómo encarar el año entrante con su Renault Clio.
Arrancando con algunas dificultades, se trabajó intensamente en el chasis entre tanda y tanda, para seguir mejorando el rendimiento del Renault Clio. Lamentablemente el motor no acusó el andar necesario para pelear de igual a igual con los más competitivos, pero se dio todo. Quedando 13º en clasificación, apostó a tener mejor suerte el domingo.
En la serie, un problema mecánico relegó al de Chabás y lo complicó cuando estaba progresando en el clasificador. En la final, con muchas ganas de finalizar la competencia, se dio más bien todo lo contrario. Pocos metros duró Adrián hasta que el auto lo obligó a detenerse una vez más.
“Terminar el año así no es de la manera que queríamos. El sábado el equipo trabajó muchísimo durante todo el día en el auto y creo que no renegamos tanto como lo hicimos en estas dos últimas carreras de la temporada”, comentó el chabasense.
Y añadió: “Paraná no me dejó ver la bandera a cuadros y eso me dejó amargado. Pero viendo el lado positivo, se trabajó bien para mejorar el chasis de cara al 2019. Agradezco al Giacone Competición por abrirme las puertas y por todo lo que se brindaron para nosotros, así como a los hermanos Riva por los motores en estas seis carreras que disputamos este año”.
El arrecifeño opinó en desacuerdo con la penalización impuesta en Barber exponiendo razones y opiniones de otros pilotos, y aseguró que de no ser por ello podría haber terminado en el Top 10 de la tercera fecha de IndyCar. Ricardo Juncos, dueño del equipo, también analizó la carrera donde Romain Grojsean fue 12º y Agustín Canapino 20º.
Oscar Larrauri volverá a conducir un Fórmula 1, en Imola
En el marco del Gran Premio de la Emilia Romaña de Fórmula 1, Oscar ‘Poppy’ Larrauri tendrá la oportunidad de volver a manejar el EuroBrun ER188 con el cual disputó 7 grandes premios en la temporada 1988.
Un señor adinerado tuvo el placer de adquirir el EuroBrun con el cual Larrauri manejó, e invitó al argentino a manejarlo el fin de semana del GP en Imola, donde podrá salir en diversas tandas de 15 minutos a lo largo del fin de semana, como parte del espectáculo previo a la gran carrera. En dicho evento, estará junto a su familia y viejos amigos del automovilismo que lo acompañarán en un evento inolvidable.
Nacido en Rosario, Santa Fe, el 19 de agosto de 1954, Oscar Rubén Larrauri representó a su localidad de residencia, Granadero Baigorria, por toda la provincia con la Limitada Santafesina, y producto de sus éxitos, logró la oportunidad de llegar a competir en Europa, ser campeón de Fórmula 3 Europea en 1982 y tras un destacado paso por Sport Prototipos (2º puesto en las 24 Horas de Le Mans 1986) y un título en la Renault Alpine V6 (1985), llegó a la Fórmula 1 con el equipo de Walter Brun. En dos temporadas pudo correr pocas carreras con autos poco competitivos y en la época de las preclasificaciones, donde no todos los autos tomaban parte del GP.
Luego de 16 años corriendo en el hemisferio norte, entre Europa, Norteamérica y Asia, consiguiendo en 1993 el campeonato de Gran Turismo Italiano con una Ferrari 348, Larrauri llevó sus victorias nuevamente a Sudamérica, siendo tricampeón de la Copa de las Naciones con BMW y Alfa Romeo, y tuvo su paso por TC2000, Top Race, Turismo Carretera.
Dover fue el escenario de la tercera victoria sobre once carreras para Denny Hamlin (Toyota) en lo que va de la temporada 2024 de NASCAR Cup Series.
En una carrera que esperaba más emociones fuertes, Denny Hamlin la controló muy bien en un final donde Kyle Larson (Chevrolet) era un perseguidor fuerte, pero sin el ritmo suficiente para atacarlo y derrotarlo. El Toyota número 11 del Joe Gibbs Racing lo hizo de nuevo, a pesar de no ser el auto más regular.
Martin Truex (Toyota), fue tercero dejando en claro el poderío de los Toyota en Dover. Los tres punteros del día están luchando codo a codo por llevarse la fase regular, a la cual aún le queda más de la mitad de recorrido.