Agustín Canapino se codeó con la gloria en Laguna Seca
El cierre de temporada de IndyCar fue muy accidentado en el mítico escenario californiano, con el argentino peleando por el podio y hasta incluso con opciones de ganar hasta que un toque desafortunado con su compañero de equipo lo dejó con la trompa dañada.
Scott Dixon (Chip Ganassi Racing) ganó la carrera, que tuvo múltiples líderes y situaciones cambiantes producto de toques y paradas afortunadas o desafortunadas en boxes, que modificaron las opciones de muchos protagonistas, como Alex Palou (Chip Ganassi Racing), gran líder durante buena parte de la prueba, y a quien tuvo como rumbo Agustín Canapino (Juncos Hollinger Racing) durante casi toda la prueba. Cuando el argentino superó a Palou, tenía detrás a Callum Ilott (Juncos Hollinger Racing) y al propio Dixon, y esperando que todos los que estaban delante paren en boxes, aspiraba a el podio o incluso ganar.
Pero luego de una neutralización, donde el arrecifeño era quinto en pista, Illot lo superó en una maniobra arriesgada por ser compañeros y porque estaban realizando una tarea de primer nivel con la dirección de Ricardo Juncos, pero un roce inesperado entre la trompa del auto de Agustín con la rueda trasera izquierda de Callum, produjo un daño que condenó a Canapino a no poder pelear por la carrera, por el podio, y ni siquiera pudo lograr un Top 10, terminando 14º. Dixon, quien en ese momento pasó a ambos, ganaría la carrera.
El único dato positivo fue que con los resultados logrados, Canapino quedó dentro de los 21 primeros del certamen, obteniendo un millón de dólares como premio para el auto número 78. Ahora Agustín tiene un futuro totalmente incierto para el 2024, por cuestiones netamente presupuestarias, ya que entre los debutantes fue el segundo mejor, detrás de Marcus Armstrong, proveniente de la Fórmula 2 FIA. Juncos tendrá que evaluar la temporada y hay tiempo hasta el 15 de diciembre para definir la dupla de pilotos para la temporada venidera.