La visita a San Nicolás terminó en desilusión para Jonás Maurelli, claro dominador de las pruebas de clasificación en la séptima fecha de la Clase 2 1600. Con el Chevrolet Corsa atendido por el Fiornovelli Sport Group, el baigorriense era candidato a ganar serie y final, pero en ambas carreras no pudo terminar.
En un fin de semana de contundencia pura en los relojes, Maurelli demostró una vez más ser uno de los mejores pilotos de la divisional en la cual tiene opciones de pelear el campeonato, más allá de algunos abandonos. Jonás clavó la pole position y el objetivo claramente fue ganar todo y ponerse a tiro en la tabla de posiciones.
En la serie del sábado por la tarde, Jonás tendría el primer escollo, porque empezó liderando la carrera de modo inteligente, pero la caja de cambios dejó de funcionar y debió retirarse de la pista. Comenzando 19º, Maurelli iba por la épica, pero rápidamente quedó a un lado al quedarse sin tracción. De todos modos, en las puntuaciones sigue en buena perspectiva por el campeonato.
“No sé bien qué se rompió pero nos quedamos sin tracción y nos complicó, porque no pudimos dar ni una vuelta para sumar algunos puntos. Fue un fin de semana complicado porque en las comunitarias del viernes se cortaron los seis tornillos del embrague, el sábado se rompió la caja en la serie y el motor, así que se complicó. Lo habíamos solventado en clasificación al llevarnos la pole pero se puso nublado, gris de nuevo. Lo positivo es que estamos todavía medianamente cerca en el campeonato y vamos a seguir trabajando para mejorar. Ya no podemos parar más, perdimos muchos puntos, aunque así son los fierros. Agradezco a todos en el Fiornovelli Sport Group, a Wilson Cerminato y a los sponsors”, declaró el representante de Granadero Baigorria, quien se fue dolido pero no derrotado, porque faltan tres fechas todavía.
La próxima cita será el 16 de octubre en Rafaela.
Mauro Calandria – Prensa Jonás Maurelli
