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Rendirse, jamás

Gastón Giordano tuvo un fin de semana extremadamente duro en la pasada fecha de TS1800, con un choque que demandó intensas reparaciones para volver a pista.

El piloto de Villa Carlos Paz es uno de los protagonistas de la categoría con el único Fiat Palio, que a pesar de tener sus años en la categoría, no le impide ingeniárselas para estar entre los de adelante. El sábado pasado, en San Jorge, durante el segundo entrenamiento un fuerte accidente con su coterráneo Gustavo Vidal dejó los dos autos muy dañados, pero en ambos casos se recompusieron.

“El choque fue atrás de boxes y no tuve alternativa. Su auto buscó salir para afuera y elegí ir para la cuerda, y en el intento de sacarlo del trompo se volvió al medio de la pista y no me quedó otra. Se dañó todo el frente y se torció la parrilla izquierda y la caja de cambios”, explicó Gastón, y luego reveló: “Se trabajó desde las 11 de la mañana hasta las 11 de la noche sin parar para arreglarlo”.

Todo lo que demandó la reparación de la trompa del Palio amarillo y blanco, lo dejó sin clasificar y de ese modo largó 14º y último en la primera serie. Allí, la alegría apareció contra todo pronóstico, porque el vehículo se comportó notablemente y llegó tercero, como si nada hubiera ocurrido.

Relatando todo lo que pasó por su cabeza antes de largar la final, el carlospacence señaló: “La sensación al principio fue horrible porque el auto funcionó muy bien en el primer entrenamiento y después se vino todo abajo, pero se acercó mucha gente para ayudar y dar aliento así que empezamos a trabajar. El único objetivo era ponerlo en pista, y después de largar la serie no entendía cómo podía haber quedado tan bien el auto, era inimaginable terminar tercero”.

Lamentablemente, antes de poder largar la final una rotura muy inferior a la del día anterior, dejó a Giordano sin correr pero la frustración no es sinónimo de derrota para su humilde equipo, ya que lo hecho para estar ahí había sido muy valorabe. “En la largada de la vuelta previa se cortó el cable de acelerador y era una sensación tan amarga… Pero estas cosas son así, no me detuvo un accidente pero me dejó sin chances un cable de acelerador”, apuntó.

No es fácil seguir adelante cuando se presentan grandes adversidades, pero en este caso Gastón contó por qué siguió: “Para no rendirme tuve personas que me dieron su apoyo y fueron mi padre, mi hermano, mi primo y Omar Kuriger, ya que sin ellos hubiese sido imposible arreglarlo, y por dentro mío pensaba todo lo que hablo con Pepe Visconti, mi gran motivador en cada carrera”.

Para finalizar, confirmó que el Palio estará en la quinta del año: “En estos momentos se están consiguiendo las cosas para arreglarlo y estamos más entusiasmados que nunca para ir a Rafaela. Me conformo con poder ir a correr, ese es mi premio”.

Mauro Calandria

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